martes, 5 de abril de 2011

lo que el agua devuelve

Nosotros tiramos botellas rotas y el mar devuelve hermosos cristales redondeados, blandos, pacíficos. Tiramos trastos, muebles viejos, árboles muertos, y nos devuelve esculturas. Vertemos ladrillos y escombros, y nos regala cerámicas oblongas.

En Salobreña cogí muchos ladrillos transformados en hermosas piedras. Aquí no hay. Ni cristales. En la Playa del Arco recojo muchas piedras de distintos colores y formas, dependiendo de su dureza y formación mineral, todas material eruptivo volcánico. Como un personaje de Beckett, lleno mis bolsillos y las ordeno pacientemente para mirarlas. Pienso en un cuaderno de piedras, en un cuaderno de maderas. Otro de cristales y otro de conchas. Una biblioteca de cuadernos de objetos inútiles que el hombre desprecia. Aquellos que todavía no son mercancía y aún no tienen precio.

1 comentario:

  1. mis piedras saludan a las tuyas.
    Por cierto ¿ donde están tus recetas?

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