sábado, 23 de junio de 2012

camino del norte: guernika-bilbo


Me despierta el camión de la basura y me pongo a leer en una revista turística que el camino de la costa, el del norte, es mucho más exigente que el del interior. Hoy juntamos dos etapas y va a ser mucho más duro, el tramo más largo, la prueba final. Veo dibujos, pinturas y fotos de la Guernika anterior al bombardeo. La Iglesia de San Juan con un tejado muy inclinado de pizarra, a lo francés, y su plaza con balconadas de cristal. Destruido su pasado, sólo pueden vivir entre lo nuevo, entre lo feo.

Hoy le temo. Subo el alto de Morga (6,5 kms.) chupando rueda a unos chavales que van deprisa. Divide los valles de Guernika y de Mungia. Por aquí pasaba el señor de Vizcaya a jurar los fueros a la Casa de Juntas. Pasamos los caseríos diseminados y un bosque de altas coníferas y, bajando el alto de Aretxabalagane, encontramos a un veneciano que se ha hecho el camino francés y ahora sigue el del norte hasta Santiago. Está destrozado, con la mochila en el suelo, con una herida en el brazo por una zarza, y miedo en el cuerpo por un jodido perro que anda suelto. No llegaré hoy a Bilbao, nos dice. 

Persigo a las gallinas llegando a Goikolexea (15,8 kms.) y dibujo su crucero renacentista. Creo que voy muy adelantado a los demás, me siento en la sombra y dibujo la iglesia gótica de los Santos Emeterio y Celedonio, tan austera, que parece una fortaleza, sobre todo por la torre del XVII. Está rodeada de un gran atrio donde se discutían los asuntos municipales. Llega Carlos en éstas y, en el bar frente al crucero, una señora nos prepara unas anchoas con tomate que nos saben a gloria. 

Larrabetzu (17,2 kms.) fue fundada por Don Tello (señor de Vizcaya) en 1376. Está llena de edificios palaciegos con escudos nobiliarios. Bebemos algo descansando en Lezama (20,5 kms.). Dibujo la iglesia de Santa María, de fachada renacentista, y Amancio nos pilla. Me vuelvo a adelantar para dibujar la Torre de Malpica, en Zamundio (22,6kms.), uno de los pueblos más ricos de España, con más de 500 sociedades mercantiles para 3.000 habitantes. Después viene una jodida cuesta fortísima hasta la cumbre del Monte Avril (28 kms.) El suelo está mojado y te resbalas. Cuando crees llegar, hay otro tramo hasta las antenas, desde donde ya se ve Bilbao. Bajando un poco espero a mis compañeros en un área de descanso donde hay mesas con bancos y una fuente con agua. Carlos llega al cuarto de hora y Amancio a la hora. Pasamos por Ntra. Sra. de Begoña, patrona de Vizcaya y, por fin, el hotel en la ría. 

Paseamos por la ría hasta el Guggenheim, el casco viejo (con mucho movimiento), la estación, el Teatro Arriaga y el Mercado de la Ribera y un montón de edificios horrendos que no pegan con la modernización, con la nueva idea cosmopolita de Bilbao. Quedamos con Rocío y Gladis, pues se dejaron algo en el hotel de Guernika. Bilbao La Vieja con inmigrantes y yonquis, bares con terrazas y tabernas con muy buen rollo. Por allí tomamos los pintxos. Amancio y Carlos quieren algo más burgués para los cubatas, demasiado alternativo, dice Amancio. Encontramos una terraza con agrícolas ¡albricias!. Mientras siguen en Bolaños, me fumo un cigarro y saboreo un refresquito de limón con una buena ginebra. Creo habérmelo merecido.

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