miércoles, 17 de octubre de 2012

allá en el df


Dormimos muy bien, arropaditos, aquí hace fresco. Bus para Puebla y de allí al DF. Bonita la salida de Puebla con estupendas vistas de los volcanes de alrededor con las cumbres cubiertas de nieve. Metro a Chapultepec y la Avenida Veracruz a tomar unos cafés con leche, en una terraza, con dulces y agua de limón. Javi nos da la llave de su casa en el curro. Su apartamento está en Hamburgo con Toledo, bonito, con toques modernistas.

Compramos discos de soneras en Pino Suárez y luego buscamos nuestra botana en el Bar Puerta del Sol. Mi Victoria trae almejas y pollo con ajos y Beni se alegra que que haya chicas. Hay carteles de España y se oye al primer Víctor Manuel. Ese de seguía tus pasos y tu caminar como lobo en celo con la puerta abierta de par en paaaar.

Javi nos presenta a sus compas de piso. Cenamos alambres y tacos en La Condesa y luego pillamos unos taxis a Garibaldi, que está repleto de mariachis.  Hemos quedado con unos amigos en el Salón Tenampa, una gran taberna donde pillarse una buena tajada entre murales para fridos y mariachis. Una especie de bloody mary con tequila para beber de un trago. Pero lo verdaderamente fuerte es cantar a grito pelado con los mariachis. Yo invité a la cena y ellos me invitan a los tequilas y los taxis especiales de seguridad. Estos son un rollo pijo de estatus más que seguros, les llaman Servicio de Transporte Ejecutivo con Seguridad 24 horas, con pantalla de plasma comprada en Tipo (barrio donde comprar cosas robadas, detrás de Garibaldi) donde nos enchufa al pesado de Luis Miguel, que aquí es el no va más. Quizás no es mala idea cuando uno ya va puesto y no entiende a Cecilia contando su boluda vida argentina y luego Cristina y luego Fuensanta que empieza a tener sueño y unas terribles ganas de irse a casa. Y tú Javi eress un tío de buta madre, me gaes fien.

Aquí es importante ser blanco y rico, eso te permite explotar y enriquecerte a costa de los indios, esclavizarlos. El racismo no es más que una forma de explotación donde obtener el máximo beneficio. Está muy bien visto, es a lo que se dedica la gente de bien. El Estado no existe para la mayoría de la población. En las regiones lejanas, las pequeñas poblaciones están dejadas a la mano de Dios, que no suele ser buena, pues si alguna destaca por algo, ya habrá un pinche blanquito que se lo quite. De nada sirvió su revolución. Esto es tan masacrante que uno entiende al Ché y su lucha guerrillera.
En la foto, la única salida para los ciegos es la música en la calle, la mendicidad.

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