viernes, 19 de abril de 2013

fertilizantes


El nitrato de amonio fue utilizado para explosivos en la Segunda Guerra Mundial y seguidamente reciclado para la fabricación de fertilizantes. En 1947, en el puerto de Texas City, explotó un barco francés cargado de este producto, que se llevó por delante toda la infraestructura anti incendios de la ciudad. Una segunda explosión necesitó la colaboración de voluntarios de ésta y otras ciudades vecinas. Se cree que murieron 576 personas, de las que se identificaron 398. La explosión arrasó un radio de 400 metros.

Zona de explosión. Fuente digbysblog.blogspot.com.es
Anteayer, mientras se perseguía a los hermanos Tsarnaev en Boston, un fuego hizo explotar una empresa de fertilizantes en el pueblo de West (Texas), con nitrato de amonio, justo cuando los bomberos voluntarios intentaban apagarlo. Cinco o seis de ellos estaban en pleno fuego.

Parece que como las leyes del mercado son capaces de regularlo todo, no es necesario una normativa que prohiba estas instalaciones frente a un edificio de apartamentos y a una escuela, afortunadamente a las ocho de la tarde ya no había niños, y que obligue la cuestación de un equipo de bomberos. Tampoco fue necesaria ninguna inspección en los últimos cinco años. Libertad pues para las empresas y para el nitrato de amonio.

En México está regulado por la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos. En España se considera que el nitrato amónico es de alto contenido en nitrógeno si su contenido en nitrógeno procedente del nitrato amónico es superior al 28% o, lo que es lo mismo, que contiene más del 80% de nitrato amónico. Si se cumple esta condición, se deberá exigir un certificado de detonabilidad realizado en un laboratorio debidamente acreditado. La identificación de la mercancía, y su clasificación como mercancía peligrosa, debe ser establecida por el expedidor en los correspondientes documentos de transporte requeridos por dichos reglamentos aplicables

A la una del día siguiente leo que ha habido catorce muertos y 60 desaparecidos y que el nitrato de amonio ha arrasado, como en 1947, un radio de 400 metros, donde había una escuela y una residencia de ancianos. Nadie llamará asesinos a los dueños de aquella empresa que ofreció empleo y siguió la ley rigurosamente.
(A las nueve de la mañana la noticia había desaparecido de la portada de El País).

El sábado siguiente pueden leerse las Divagaciones de Rondam: Si algo bueno puede salir de una tragedia como la explosión en la ciudad ofd West, Texas , es que podría ayudar a impulsar que la idea de que toda regulación gubernamental es mala vuelva al cementerio intelectual de donde vino. En ausencia de regulación gubernamental, nada impide que la gente imponga riesgos de otras personas sin su consentimiento. Me encanta la libertad tanto como cualquiera, pero que cualquier persona razonable pueda no entender esto me supera. (Este debate en España no tiene sentido ahora, pues no ha llegado la noticia, y en tiempos de crisis este tipo de anomaslías son más aceptables).

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