sábado, 24 de agosto de 2013

cabo peñas y vuelta a madrid



Temprano me despido de Cabo Peñas, su verde, sus acantilados.

Volvemos a Madrid. Ya aquí, el calor resulta insoportable. Cenamos en un japo. Juan Enrique no para de reir pensando en contarlo a su primo Machaco e Higinio. Se lleva unos palillos como prueba. Son para aprender, dice.

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