jueves, 12 de diciembre de 2013

el herbario de emily






Emily Dickinson, con catorce años, rellenó un cuaderno de 65 páginas con 400 plantas previamente prensadas y secadas. Era algo común entre las chicas de la Academia de Amherst. Lo curioso es que, después de escribir cientos de poemas, se ocupó del jardín de la casa de su hermano Los árboles de hoja perenne, junto a la casa familiar, donde se dedicó a la jardinería. En las cartas y libros de Emily solían aparecer hojas secas. Los últimos años de su vida los pasó entre plantas y el cansancio de la tristeza de los años. Murió con 55 años y aquellos sitios en que vivió son ahora un museo donde pueden verse las cosas que la rodearon, entre otros poemas.

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