miércoles, 29 de junio de 2016

pompeya







Paseo macabro por Santa María de las Ánimas del Purgatorio, calaveras sobre huesos cruzados, el cráneo de Lucian y una Santa Ana vieja llena de arrugas. Tiendas donde se venden las famosas figuras del belén napolitano.

El regional para Sorrento nos deja en Pompeya, la ciudad romana detenida en el tiempo. Sólo faltan los vecinos. Calzadas, aceras, fuentes, esos pasos de peatones elevados, los carteles pintados en las fachadas, las tiendas, las huellas de los carros sobre el empedrado, los estucos pulidos, las plantas que vuelven a crecer en los patios, los grandes edificios públicos, voces lejanas en el tiempo, risas de niños jugando. Y luego el rastro de los muertos pillados in fraganti.

A la vuelta, quedo con Enzo en la Plaza de Dante. El tráfico es insoportable, llegamos muy tarde. Enzo y Enza esperando. Nos llevan a una pizzería donde se hacen la mejores pizzas de Nápoles, en Tribunali. La margarita y la frita al horno, realmente ricas. Merece la pena el cuarto de hora de espera. Una grappa por Italia y un brandy por España. Acabo tan cansado que no dibujo nada.

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