martes, 15 de noviembre de 2016

magos de santiago en el dado dadá


Voy al Dado Dadá para oir jazz, pero hoy no toca. Hoy es noche mágica, dice Carmen. Su marido era también aficionado a la magia; por eso es este local también un centro de reunión de magos donde se organizan espectáculos. Aquí viene Tamariz, me dice. En una mesa, Óscar muestra a sus jóvenes compañeros los últimos trucos en los que trabaja y los comentan. Miguel nos mete a un reservado y nos hace malabares con las cartas con un discurso de psicología urbanita cotidiana. Estamos tan cerca que es francamente difícil mover las cartas y mantener el tipo.
Ya en la barra, se agolpan los clásicos: el Gran Pedrini, Cayetano Lledó, que teoriza sobre el trazo y la composición, Richard y Romaris, que siente haberle pillado de espaldas. Estos si que sí. No tienen las ínfulas de los jóvenes. Ellos sí que se enrollan.

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